6 nov 2012

¿Es Galicia celta?


 ¿Es Galicia celta? Como buenos gallegos deberíamos responder: DEPENDE.

Si nos atenemos a las normas que imponen las únicas organizaciones que se han autoconstituido como naciones celtas hay que decir que no lo somos ya que no mantenemos un idioma celta hablado por parte de la población. Si nos atenemos a los orígenes étnicos de los pobladores en la edad de bronce y de hierro hay dudas sobre si los "oestrimnios" fueron invadidos por los Saefes celtas y se mezclaron, o bien su origen es protoceltico y común en la edad de bronce. En todo caso, al margen del origen étnico o de raza lo que parece claro es su influencia cultural y también étnica (posterior al menos), por lo que depende de cómo definamos el origen celta para poder identificarnos como tales. No parece tampoco a mi entender que la mezcla de sangre tenga que ser originada por una invasión para que exista tal mezcla. La pureza de las razas sinceramente creo que no existe y la historia nos demuestra que defender esa pureza sólo lleva a consecuencias perversas.

En todo caso analicemos:

La "Xeneración Nos" defiende la invasión del pueblo celta de los Saefes en la geografía gallega actual y su influencia sobre los pueblos oestrimios que residían aquí (los que se acabaron llamando Galaicos). Sin embargo las últimas investigaciones parecen demostrar que nunca existió un invasión desde Europa Central y que más bien los celtas de estos territorios descienden de los mismos ancestros de etapas previas, es decir que son indígenas, con un posible aporte de elementos nórdicos probablemente arrastrados durante el intenso flujo de relaciones comerciales de la Edad del Bronce. Es claro, sin embargo, que existen elementos centroeuropeos provenientes de rutas terrestres que llegaron a la Meseta Central y desde este punto llegaron a influenciar el noroeste peninsular en una muy baja intensidad de frecuencia de relaciones. Estos celtas se asentaron en el norte de Portugal y el área de la Galicia actual, introduciendo en esta región la cultura de Urnas de Vlenden-Bennghardt (variante de las de Urnenfelder) que se manifestaría claramente después en la cultura de los castros o castreña.  Así a ambos pueblos se les suele atribuir el origen de los actuales habitantes del noroeste, draganos y Sefes o Saefes, acabarían por conformar los pueblos astur y galaico, asociándose entre los dos algunas tribus protocélticas. Las leyendas a uno y otro lado de la mar como el Leabhar Ghabhála Érenn, establecidas por autores como T.W.Rolleston en su libro Los Celtas, afirman incluso que los galaicos del norte conquistaron Irlanda.



Naciones Celtas

Según la Liga Celta y el Congreso Internacional Celta solo consideran como naciones celtas a las naciones que comparten la característica de tener un idioma celta hablado por parte de la población. Son, según este criterio, aquellas naciones que han mantenido a lo largo de los siglos sus raíces culturales celtas, y mantienen en particular el uso de una lengua celta (hecho relevante y determinante). Estas son las seis naciones celtas: Bretaña, Cornualles, Escocia, Gales, Irlanda, Isla de Man.

Hasta el siglo V el conjunto entero de las Islas Británicas y gran parte de lo que es hoy Europa occidental eran predominantemente celtas, pero sólo los extremos situados al noroeste del continente conservaron sus lenguas y su cultura celta, debido a que allí la romanización fue tardía o inexistente, y/o dado que las invasiones germánicas no las alcanzaron plenamente o no llegaron a asimilar a las poblaciones locales.

Existen movimientos que pugnan por el reconocimiento de otros lugares con influencia celta como naciones celtas como es el caso de Galicia y también Asturias, León y Cantabria, en España. Este fenómeno, que ha sido denominada "celtomanía" por los historiadores modernos y que se ha extendido a otros lugares europeos como Inglaterra, Francia, o Valonia (Bélgica), justificándose casi siempre en base a una conexión cultural común de orígenes milenarios, aunque más bien tendría su origen en una reinterpretación contemporánea y heterodoxa del folklore y de las músicas tradicionales de estos lugares, en las que como elemento instrumental común suele aparecer la gaita o cornamusa.


 

Los Galaicos

Los galaicos fueron un conjunto de pueblos preceltas y celtas afincados en Gallaecia en el noroeste de la Península Ibérica. Ocupaban la práctica totalidad de la actual Galicia exceptuando las comarcas de Valdeorras y Trives en Orense (habitadas por astures gigurros y tiburos, respectivamente) y parte de los Ancares de Lugo (ocupados por los astures lougeos). Se extendían al este por Asturias para hacer frontera con los astures en el río Navia, y hacia el sur ocupando el norte de Portugal hasta el río Duero y haciendo frontera con los lusitanos.

El término galaicos parece que deriva de una mala pronunciación de una supuesta pequeña tribu de los brácaros situada al sur de la Provincia de Orense, que supuestamente habría servido para que los romanos, por extensión y generalización del término, denominasen a todas las restantes tribus culturalmente afines que se extendían desde el río Duero hasta el norte de Galicia. Los Galaicos o Calaicos siempre se conocieron por este nombre.

Origen de los Galaicos ¿Celta puro o mezcla?

Hallstatt, Alta Austria es una localidad del distrito montañoso de Salzkammergut en Austria. Etimológicamente el nombre de Hall probablemente proviene del término céltico con el que se denominaba a la sal, abundante en las minas cercanas. La localidad da su nombre a la cultura de la edad de Hierro denominada Cultura de Hallstatt.

Las tribus (que en la edad de bronce aparecen en la región del Rhin y Suiza), cuya cultura se conoce como la de los campos de urnas, debido a la incineración de los cadáveres y la colación de las cenizas en urnas que eran enterradas en fosas sin túmulo, comienzan a invadir el valle del Ródano y ocupan el centro y sur de Francia. Estos pueblos de la cultura del Hallstadt llegan a España alrededor del 900 a. de. J.C. a través de los Pirineos. Unas teorías dicen que invaden y se mezclan y otras que no invaden pero se relacionan comercialmente y culturalmente.Terminada la primera edad del hierro, surge la segunda en el período de La Téne. Las tribus célticas del sur de Alemania, con sus armas de hierro, vencen a sus vecinos y comienzan a expandirse hacia el sur llegando hasta la Galia, Britania y la Península Ibérica.

Algunos estudios históricos sugieren la llegada a Galicia de pueblos celtas en la edad de hierro que trajeron nuevas variedades de ganado, el caballo domesticado y probablemente el centeno. Estos celtas, también denominados sefes o saefes, o incluso celtas de Hallstatt, se encontraron con una región bastante poblada por los oestrimnios (Estrabón habla de unas 50 tribus, mientras que Plinio el Viejo dice que eran más de 65).

Hacia el 600 a. de. J.C , los Saefes llegan al convento bracarense, a ambas márgenes de la cuenca del río Miño en Galicia y Portugal, zona con una población de unos doscientos setenta y cinco mil habitantes. A partir de ese momento, Oestrymnia pasó a ser denominada Ophiusa y la cultura del bronce de los pueblos que habitaban Galicia, dió paso al desarrollo de la metalurgia del hierro. Por otra parte, comienza un proceso de mezcla con la población indígena surgiendo así diversas tribus y clanes diferenciados, que según Plinio mantenían frecuentes luchas entre ellos, produciéndose un gran número de bajas debido a la elevada densidad de población. La primera referencia acerca de la presencia de los Saefes en Galicia la hallamos en el poema de Rufo Festo Avieno, "ora maritima", en concreto cuando hablando de los Oestrymnios (loca et arva Oestrymnios habitantibus), narra como éstos fueron expulsados de sus tierras por una invasión de serpientes.

Los Saefes deben su nombre a los romanos por tener a la serpiente como animal totémico, la cual representa su poder guerrero y dios nacional. Cuenta Estrabón que los celtas galáico-portugueses adoraban a un dios sin nombre al que veneraban en noches de luna llena cantando delante de sus casas. Según este autor, los lusitanos eran grandes adivinos y decía Estrabón que había leído a los autores antiguos que los celtas que poblaban Galicia eran ateos y que adoraban a las fuerzas de la naturaleza. Sin embargo, autores romanos hablan de más de un panteón galáico de más de sesenta dioses, destacando dos deidades supremas: Candiedo y Decertios, ambas de carácter solar. Otro dioses eran Cariociecus o Bodus (Dios de la guerra), Cosus, Aernus, Edovius (dios de las aguas termales de Caldas de Reis), Tameobrigus, Banduaetobrigus, Poemana (diosa adorada en Lugo), y Bandua, nombre casi idéntico a Bandia, la Dama Blanca de las mitologías indoeuropeas.

Los celtas no se asimilaron ni asimilaron a nadie, cada comunidad celta en Europa es fruto de un mestizaje muy distinto el uno del otro por razones de distancia y de cultura. Los sefes mantuvieron una buena convivencia con la población autóctona, se cree que por su afinidad indoeuropea. Según las teorías más aceptadas se superpusieron a la población autóctona como élites guerreras, nobles y jefes de tribus, manteniendo un estatus de superioridad o una cierta estratificación social, como sucedería posteriormente con las invasiones de los suevos y los alanos.

Este carácter indoeuropeo de la cultura castreña gallega se aprecia también en los motivos solares como trískeles, tetraskeles y esvásticas, destacando entre las representaciones de esvásticas y tetraskeles los del castro portugués de Briteiro, los de Santa Tegra y A Troña, y el grupo de petroglifos de Portela da Laxe, en Cotobade.





CONCLUSIÓN

Doctores tiene la Iglesia como dice el refrán. En mi opinión somos originariamente celtas por muchas razones, tanto étnicas (aunque sea por mezcla de razas) como culturales e históricas. El hecho de no disponer de una lengua celta con vida no me parece una razón de peso sino de pretensiones un poco elitistas.

Fuentes: Wikipedia, Celtiberia.net (artículo de Javier Torres)

3 comentarios:

  1. vocês têm toda razão em serem orgulhosos por pertencer a GALÍCIA. estive visitando a região, na procura de mitologia céltica, mas parece que já se perdeu a maioria, restando muito forte a igreja católica e seus contos. abraços galegos!

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