La decisión puede ser mal acogida por el núcleo duro de la entidad, que se ha comprometido a suscribir el 70% de su participación. La vieja guardia del Popular, formada por Allianz, Crédit Mutuel, Americo Amorim, la Sindicatura y la Fundación Barrié (exdueños del Pastor), van a suscribir aparentemente cuando menos el 23% de la ampliación de capital, un respaldo que ha sido vital, aunque inferior al que les correspondería. Gracias a este apoyo, los bancos internacionales se han comprometido en masa a asegurar la colocación de acciones. Entre los que venderán las acciones están Santander, Morgan Stanley, Goldman Sachs y Barclays. No obstante, los coordinadores globales y, por tanto, los que asumirán más riesgo parece que son Deutsche Bank, UBS y Citigroup. No obstante, la decisión todavía no es oficial. Popular también quiere contar con el aseguramiento en primera línea de JP Morgan. Quien se ha caído de la colocación es BBVA, que sólo ha ofrecido asegurar 60 millones para inversores institucionales, puesto que no pretende vender las acciones del Popular en su red de oficinas, a diferencia del banco de Emilio Botín.
El Popular acomete esta macroampliación de capital para cubrir la mayor parte (2.500 millones) del déficit de 3.223 millones detectado por los test de estrés de Oliver Wyman. El éxito de la operación es crucial para que puedan seguir adelante los planes de reordenación del sistema del Banco de España y del Ministerio de Economía, puesto que de lo contrario tendrían que buscar a un comprador para la histórica entidad, de hecho ha habido rumores constantes sobre el interés de Caixabank
Se acompañan unos cuadros de elaboración propia y totalmente estimativos considerando la información que sale en prensa. Con ellos se intenta ilustrar y comprender la participación actual de los principales accionistas del Banco, el capital que deberían aportar para conservar su actual participación, el % con el que acudirán (en algunos casos confirmado y en otros estimado en base a las noticias de que pueden acudir en un 70%) y en base a esta información cuál sería el capital que deberían colocar las oficinas del Banco durante el período de ampliación para alcanzar los 2.500 millones, que en todo caso (en un hipotético éxito de obtención del 100% de la ampliación) sería todavía insuficiente para cubrir el déficit de los 3223 millones de los tests de estrés, pero le permitiría no tener que acudir a los "cocos" y verse en el peligro de una posible intervención si no se devuelven en junio. Seguro que hay información que se me escapa y que alteraría la composición de estos cuadros (pensemos para empezar que aún no sabemos el precio final al que saldrá la acción), pero sirven como una pequeña referencia visual.
Con las noticias que salen a diario en prensa sobre el futuro de España y Europa, no se puede ser excesivamente optimistas. Ayer el FMI daba un duro varapalo a las expectativas de 2013 para España respecto a PIB y parados (se estima que se llegará a los 6 millones). Y no olvidemos que el tiempo muerto y la calma existente en torno al rescate de España se termina con la reelección de Obama. La prima de riesgo vuelve a subir y la petición del famoso rescate puede estar cerca, con permiso de Alemania claro. A ver qué pasa.
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