13 nov 2012

CNMV: La ampliación del Popular ahora es "compleja"



Me parece reprochable la actitud de la CNMV. Por un lado, porque se quiere quitar responsabilidad trasladándola en realidad al cliente final y segundo porque una vez aprobada la ampliación por la Junta del Popular y después de haber estado en boca de todos durante casi dos meses y de apoyarla desde el Gobierno ahora se pone una zancadilla a última hora que entorpece operativa y publicitariamente la ampliación y deja en realidad indefensos a los clientes. En realidad no se defiende al cliente ya que si existe una mala práctica por la red vendedora la habrá igualmente, sólo que ahora el cliente estampará una firma donde asume la responsabilidad total de lo que suceda. Lo que pretende la CNMV es quitarse responsabilidad. Autorizar pero con la boca pequeña. Echar balones fuera. Si realmente es un peligro para inversores minoristas, dada la importancia que tiene esta ampliación para el sistema financiero español y el bombo que se le ha dado, debería haber una total transparencia informativa a nivel general: telediarios, debates, anuncios en medios, etc. Porque si no, en vez de evitar un Bankia 2 se puede producir una mayor indefensión todavía de los clientes y un mayor problema. La CNMV es responsable de lo que autoriza y no sólo en este caso sino en todos los anteriores que han autorizado y han explotado en las manos de los pequeños inversores.
 
Reproduzco íntegramente el artículo de "El Confidencial" a continuación.
 
 
La CNMV no quiere abusos y avisa: Banco Popular es una inversión "compleja" - elConfidencial.com »
Ni el Gobierno ni el Ministerio de Economía quieren que el escándalo de las acciones preferentes les vuelva a explotar en las manos. Por ese motivo,la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advierte en el folleto informativo de la ampliación de capital de Banco Popular que esta operación es un “producto complejo”  para un inversor particular, por lo que los que estén interesados tendrán que superar un test de idoneidad.En concreto, el organismo supervisor indica en el folleto informativo de la ampliación que “los derechos de suscripción preferente que se adquieran en el mercado secundario serán considerados, a efectos MIDIF, como producto complejo”.  Una calificación que tiene consecuencias relevantes, tanto para Banco Popular como para los inversores particulares que se animen a suscribir la colocación.
La entidad tiene la obligación de hacer una evaluación sobre la conveniencia de vender las acciones de la colocación a cualquier pequeño ahorrador que no tenga los suficientes conocimientos financieros. Si realizado ese test, el resultado es que el producto –los nuevos títulos- no es adecuado para ese perfil, tendrá que entregarle una advertencia en tal sentido. Si pese a ello, el inversor insiste en comprar las acciones, deberá ratificar que ha comprendido el aviso del banco mediante la inclusión junto a su firma de la expresión manuscrita “NO CONVENIENCIA” en mayúscula.
Del mismo modo, y en el caso de que no hubiera sido posible evaluar la conveniencia por no aportar el inversor los datos necesarios para ello, se le hará entrega de una advertencia en tal sentido. En caso de que al inversor le interese continuar con la operación, se le exigirá que ratifique haber comprendido el sentido de la advertencia mediante la inclusión junto a su fin de la expresión escrita “SIN EVALUACIÓN”.
No contenta con eso, la CNMV va a obligar a los comerciales del Popular, Santander y BBVA, los tres bancos españoles que venden las acciones, a entregar un tríptico en el que se resumen las condiciones de la operación. Una copia de este documento deberá ser firmada por los inversores para que quede en poder del banco, de tal manera que haya constancia de que se lo han leído y que conocen los riesgos de la operación. Todas estas exigencias también son de obligado cumplimiento, tanto si el ahorrador suscribe la ampliación a través de una oficina bancaria o a través de Internet.
La venda antes que la herida
Con todas estas precauciones, la CNMV pretende evitar los abusos que la banca cometió en la comercialización de todo tipo de productos financieros, como acciones preferentes, cuotas participativas, bonos convertibles, pagarés, etc… Se llegaron a dar los casos en que varias entidades colocaron productos complejos a personas que eran analfabetas, por lo que firmaron con la huella dactilar.
De esta manera, la Comisión pone en práctica por primera vez el real decreto aprobado por el Ministerio de Economía para el desarrollo de un registro de productos sofisticados, tal y como adelantó El Confidencial el 13 de agosto. Ese registro ponía un sinfín de objeciones a la banca para comercializar inversiones que no eran entendibles para un ahorrador particular.
Un tipo de inversor que ahora, al firmar los documentos que exige la CNMV en la ampliación de Banco Popular, también admite su responsabilidad. Así, en el supuesto de problemas en el futuro, no podrá demandar a la entidad por haberle vendido un producto cuyo perfil de riesgo era elevado.

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