11 abr 2013

El albariño, sano como un tinto


 


Una tesis doctoral descubre en los mostos blancos de Rías Baixas los mismos beneficios antioxidantes que se atribuyen a los vinos de uva roja

Ya nadie discute los beneficios que los vinos tintos tienen para la salud. Pero, hasta ahora, nada se decía de los blancos. Una tesis, elaborada por la bióloga Sol Zamuz en la Misión Biológica de Galicia permite demostrar que buena parte de los compuestos fenólicos que hacen de los tintos unos caldos saludables están presentes también en el albariño. Los vinos de Rías Baixas son, pues, unos caldos con propiedades antioxidantes.
Indagar en la composición fenólica de los mostos elaborados con la variedad albariño y abordar las numerosas familias de estas sustancias presentes en la uva de variedad blanca era el principal objetivo de este estudio. Para llevarlo a cabo se tomaron nueve mostos procedentes de las tres subzonas de la denominación de origen. «Para garantizar la representatividad de las muestras se eligieron bodegas que poseen viñedos distribuidos a lo largo de toda la subzona y que elaboraran mostos a partir de una mezcla de las uvas de todas las parcelas», explica Sol Zamuz, autora de la tesis.
Utilizando diversas técnicas fue posible aislar un total de 121 compuestos fenólicos, de los que solo doce no pudieron ser identificados. De ellos, diez no se habían detectado nunca en mostos y otros cinco no se habían encontrado hasta ahora en el género vitis. Entre los compuestos descubiertos destaca el phloridzin, característico de las manzanas y relacionado con la resistencia de la planta a distintos estreses. El hallazgo, explica Zamuz, abre una importante vía de trabajo en el campo de la mejora genética de la vid, pues permite seleccionar y reproducir ejemplares con mayor contenido de esa sustancia; ejemplares que podrían ser menos susceptibles a los ataques de patógenos y a las condiciones ambientales desfavorables.
La investigación también permitió aislar e identificar otros 29 compuestos bioactivos, que se definen por tener un papel potencialmente útil en la salud humana. Un papel que, hasta ahora, solo se atribuía a los vinos tintos. «Los compuestos fenólicos tienen un protagonismo importante en el color, el olor y la textura de uvas y vinos, y su consumo regular se asocia a efectos beneficiosos para la salud», explica Antón Masa, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y director de la tesis. Entre todas sus cualidades destaca la capacidad antioxidante, que puede tener efectos beneficiosos para el sistema cardiovascular.


Artículo de La Voz de Galicia

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