11 dic 2012

Copago sanitario. El inicio de una medida condenada al fracaso




A veces uno se pregunta con qué criterio, intención y grado de análisis se toman las decisiones. Cuando observas lo que pasa en el mundo, y lo que pasa en tu país, en tu ciudad, cerca de ti, tienes la tendencia natural a pensar que las decisiones se han tomado por una razón de peso y bien analizada. Pero luego ves unas contradicciones tan grandes en la práctica que te asusta darte cuenta de que estás en manos de gente sin experiencia ni criterio lógico y que a veces sólo siguen las órdenes de una manera absolutamente ciega e irracional. Una medida como la del copago médico en este caso, pero que podemos extrapolarla a otras medidas que cercenan los derechos sociales y que agudizan la situación económica y física de los ciudadanos y sobre todo de los que tienen menos recursos, se ha tomado con una ligereza que asusta. Aparentemente ha venido impuesta (como otras) por la troika comunitaria, bueno, digamos por Alemania que es quien manda. Supuestamente es una medida que tenía que haber contado con una experiencia positiva en otros países y por eso se aplicaba aquí o se imponía aquí. Pero claro, ahora te encuentras con que en Alemania desaparece el copago en enero porque no ha servido nada más que para empeorar las condiciones de los más débiles, pero que no ha servido para el fin creado (evitar las visitas innecesarias al médico)... Y encima se toma para poner una cara amable del gobierno de cara a las elecciones... Y uno se pregunta entonces de qué va todo esto. ¿Qué falta de criterio y sensatez es esta? Lo lógico es que una medida tan dura debe ser primero bien analizada y estar seguros de su validez y eficacia. Y si es una buena medida se debe mantener, y si no lo es debe eliminarse inmediatamente o lo antes posible. Pero no porque haya unas elecciones. Al final uno tiende a pensar que los que nos gobiernan no lo hacen por el beneficio común sino por su propio interés y el de el mercado que se mueve alrededor de sus decisiones y que poco les importa la gente, poco les sensibilizan los "daños colaterales". Asusta que se juegue con este tipo de decisiones.

Ahora España entra en el copago mientras en Alemania lo eliminan después de 8 años de experiencia. Pues qué bien. O sea que ya sabemos que no va a servir para nada, sino más gasto para el control y adaptación y que lo único que se conseguirá es agudizar la desigualdad social. Patético y terrible, en mi opinión.

Un revés para el copago. Art. El País

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