La imagen muestra el nivel de endeudamiento en las distintas capitales de provincia españolas. Como se puede observar hay una gran disparidad. Madrid por ejemplo es una muestra de despilfarro tras la era Gallardón (actual Ministro de Justicia) y si al final se le conceden los Juegos Olímpicos imaginemos lo que puede suponer.
En mi opinión la gestión de los ayuntamientos debería estar en manos de gestores cualificados y no de partidos políticos. Al menos debería haber unos límites claros a las inversiones y un control extremo del gasto público y el destino del dinero de todos.
Como reflexión: Se quiere acabar con la crisis por la vía de que el ciudadano soporte los gastos/despilfarros asumidos a nivel público por ayuntamientos, comunidades, estado... o la mala gestión financiera de entidades financieras. Al margen de que eso no parece muy justo, porque es como dejar morir de hambre a los hijos para que viva el padre y ya tendré más hijos, creo que mientras no se pongan los cimientos de un buen control de la gestión pública no conseguiremos nada. Mientras la política sea el refugio de los vividores y no exista una clase política honrada y verdaderamente implicada en una gestión eficiente y justa del bien público no habrá solución a la crisis. Si los que nos gobiernan a cualquier nivel tienen la mentalidad básica de utilizar la ley para buscar su interés personal entonces poco podemos esperar del futuro. Quizás sea el momento de crear las bases de quién puede ejercer un cargo público, con formación adecuada tanto técnica como moral y social.
Artículo de El País
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