18 ago 2011

El Fútbol es así


El futbol es así. Eso dicen los expertos, al menos en vocabulario de frases hechas en el fútbol. A veces parece como si el aficionado al fútbol fuera tan corto en mente y lenguaje que el idioma deba limitarse a la comunicación de una serie limitada de frases predefinidas que pueden usarse en cualquier foro, por cualquier motivo y que dan salida airosa en cualquier conversación sobre el tema. Tema del que, por cierto, todo el mundo no sólo entiende sino que es un experto.

Cuando yo era niño, me entusiasmaba el fútbol y de hecho era un apasionado de mi equipo, con la esperanza, pobre de mí, de que pudiese llegar a competir por ganar títulos. Porque al final lo que le importa a todo el mundo es ganar. Eso es lo que queda. Curiosamente, cuando mi equipo pudo competir y llegó incluso a ganar algún título, me di cuenta por fin de que este gran circo está montado para que siempre ganen los mismos, porque eso mueve dinero y compensa económicamente.

Al final el dinero, el poder, los recursos económicos, es lo que mueve y dirige el mundo. Los ideales e ilusiones quedan para las campañas de marketing y convencernos a todos de "comprar" de forma engañosa una ilusión.

Curiosamente cuando mi equipo pudo competir, lo que realmente disfruté fue del placer de verlos jugar y disponer de posibilidades. Fue cuando realmente comprendí que lo que realmente me importaba era el placer de disfrutar del mismo juego en sí mismo. Pero también comprendí que lo que mueve el circo es un motor muy distinto a la propia esencia del deporte y eso acabó por apartarme de mi afición. Ahora puedo ver algún partido, pero sinceramente me da igual quien gane y no pierdo la ocasión de hacer otras cosas para ver un partido.

Ayer se jugó otro "partido del siglo". Y la verdad, lo vi porque coincidió la hora, la falta de alternativas, etc. Pero siempre que veo jugar a los llmados "grandes" pienso lo bonito que sería que perdieran los dos, lo cual no es posible. Y lo bonito que sería que todos los equipos pudiesen competir en igualdad de medios y sin que nadie les pisase si en algún momento se atreviesen a discutir el poder de los de siempre. Al menos me quedó el regusto de comprobar que la propia ansiedad de poder y de autoalabanza les lleva a mostrar al mundo su soberbia y el no saber competir por el propio deporte, sino que sólo vale ganar. Al menos uno de los dos pierde siempre y sufre la penitencia de sus propios pecados.

Qué pena. Con lo bonito que podía ser...






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